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A estas alturas todos conocemos espacios de coworking en Barcelona. ¿Son una moda pasajera? ¿Acabarán, el resto de oficinas, convertidas en espacios de coworking? Sin duda, estos espacios abren la posibilidad y se adaptan a nuevas formas de trabajo, transformando el mercado sin parar en su evolución y desarrollo. 

Los espacios deben ser como una nueva casa, un lugar exclusivo, tecnológico, flexible y cómodo en el que se incentive a las personas a generar comunidad

¿De qué estamos hablando exactamente cuando nos referimos de espacios de coworking? En primer lugar, el objetivo en el diseño de este tipo de espacios es generar dinámicas para el networking. Para ello hay que estudiar a fondo las necesidades reales de los usuarios del espacio, pues no todas las empresas tienen las mismas necesidades.

Algo en lo que todo el mundo está de acuerdo es que trabajar en un espacio de coworking ha de generar comunidad. Es decir, proporcionar bienestar a los usuarios para que éstos puedan establecer relaciones con personas afines, compartir proyectos o el trabajo, los valores y formas de ver la vida y el negocio así como implicarse en proyectos que les unan más allá de sus tareas particulares. En definitiva, cooperación y no competencia.

Concebir un espacio de coworking debe pensarse para las personas que lo habitan y para los usos que de él se hagan. Y esto debe empezar desde el inicio, es decir, desde el primer momento que entras a dicho espacio. La entrada principal funciona como espacio conector. Espacio que te abre a un mundo de posibilidades.

espacios de coworking flores y oficinas verdes

Después, una gran zona de espera puede permitir crear espacios para reuniones informales o lugares de trabajo flexibles. Aconsejamos separar esta primera zona de entrada con plantas naturales, antes de pasar a la zona de puestos de trabajo o lugares de concentración propiamente dichos. Puedes informarte de la mejor elección de plantas en nuestra entrada de blog sobre las oficinas verdes. En esta misma zona, puede aprovecharse para instalar unas taquillas o consignas disponibles para toda persona que esté trabajando en ese momento en el espacio.

actiu zonas de espera coworking
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Espacios para reuniones (encuentros) que transitan entre lo formal y lo informal

Dentro de estos tipos de espacios podemos diferenciar zonas más formales que otras. Para las zonas de reuniones formales aconsejamos crear varias salas para flexibilizar los usos de las mismas. Por ejemplo, espacios con diferentes capacidades: una para 4~6 personas y otra de 8~12 o más personas; o salas de reuniones con mesas móviles que permitan múltiples configuraciones para poder aprovechar dichas salas no sólo como espacios de reunión, sino también como espacios para presentación de proyectos, trabajo colaborativo o como salas de formación.

Las zonas de trabajo informal son las destinadas a videoconferencias o llamadas móviles, o aquellas destinadas a reuniones informales entre compañeros o sobre temas que no requieran una privacidad evidente. Preparar estos espacios de coworking con muebles de oficina que generen comodidad y bienestar en el equipo de trabajo es fundamental. Estos espacios pueden establecerse como lugares comunes o de múltiples usos, como salas de espera o recepción, donde en pequeños rincones y con distintos formatos se puedan realizar toda la diversificación de las tareas empresariales. También, y cada vez más, se apuesta por dotar de zonas de descanso en las que poder trabajar o generar encuentros, como zonas donde tomar el café o comer juntos. Los comedores se convierten así en un espacio informal y polifuncional desde donde poder continuar trabajando individualmente (con el portátil) o en grupo (pequeñas reuniones). Esta tendencia ha sido denominada últimamente como workcafés o coffice.

Zonas de concentración

Las zonas de trabajo individual requieren de un espacio donde la concentración no se pierda. Serían los puestos de trabajo propiamente dichos. Escritorios personales o puestos fijos o salas polivalentes en las que los trabajadores van distribuyéndose en las zonas libres o donde requieran. Según el uso de estos espacios podríamos dividirlos en tres tipos que tienen que ver con la privacidad que requieran:

  • Sin barreras ni separadores. Espacios amplios con mesas polivalentes donde, por ejemplo, cada trabajador se dispone a trabajar según va llegando. Estos espacios también permiten la agrupación de varios trabajadores por zonas que, aunque sin diferencias ni separación física evidente, les permitan trabajar de forma conjunta en un espacio próximo.
  • Con separadores frontales y/o laterales. Estos espacios limitan mucho más el trabajo hacia el individuo, e impiden en cierto modo la conexión con otros trabajadores, lo que aumenta el grado de concentración en el trabajo individual.
  • Habitáculos separados acústicamente. Espacios que permiten realizar trabajos de concentración de manera más eficiente, realizar llamadas o videollamadas privadas o gestionar temas en los que la privacidad sea clave.
coworking y bancos de mesas en conjuntos unidos
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2 Respuestas

  1. carlos
    |

    unos muebles preciosos

    • Montse Barón
      |

      Gracias